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El debate público

Otro favorcito a las televisoras

 

 

 

Raúl Trejo Delarbre

La Crónica

12/11/2018

 

Televisa y Televisión Azteca tienen concesiones de televisión hasta el año 2041. El Instituto ­Federal de Telecomunicaciones prorrogó por dos décadas los títulos de concesión que vencían dentro de tres años. Esa autoridad, además, les hizo a las televisoras un cuestionable servicio al permitirles un ahorro de mil 148 millones de pesos en los derechos de tales concesiones.

Esas decisiones el IFT las tomó con la ley en la mano, pero ejerciendo una discutible discrecionalidad. Las concesiones refrendadas a Televisa amparan 225 estaciones. Por las frecuencias para las cadenas nacionales de los canales 2 y 5 pagará 3,340 millones de pesos (mdp). El precio de tales frecuencias fue calculado tomando como referencia el costo de 32 estaciones locales de televisión que fueron adquiridas el año pasado por una docena de empresas.

Lo más lógico era que el costo de los recientes refrendos fuera similar al que alcanzó la red nacional de Cadena Tres, que en 2015 adquirió 123 estaciones por 1,808 mdp. Si ese hubiera sido el precio de referencia, calculado de acuerdo con la población a la que llegan las señales de sus canales, tomando en cuenta el número de frecuencias y actualizando ese costo a precios de 2018, Televisa tendría que haber pagado 3,908 millones de pesos por los refrendos de las cadenas nacionales de los canales 2 y 5. Gracias a la metodología que adoptó el IFT, ese consorcio se ahorra 568 millones de pesos.

Además fueron renovadas las concesiones de la cadena regional del canal 9 y otras 20 estaciones. En total Televisa pagará 5 mil 666 mdp, después del descuento.

Televisión Azteca disfrutará, durante los próximos 23 años, de las concesiones de 179 estaciones por las cuales pagará, en total, 3 mil 880.8 mdp. Las concesiones para Azteca Uno y el canal 7 le costarán 3,442 mdp. Si el IFT hubiera tomado como referencia la licitación de hace tres años, Azteca habría tenido que pagar 4,022 mdp por las frecuencias de esas dos cadenas nacionales. Se ahorra 580 millones de pesos.

Esas estimaciones fueron presentadas por el comisionado Adolfo Cuevas Teja, cuyos argumentos para establecer el costo de las frecuencias con los parámetros de la red de Cadena Tres fueron desdeñados por el resto de los comisionados del IFT. Cuevas aprobó en lo general la renovación de las concesiones pero presentó un voto particular.

La mayoría de los comisionados considera que como la televisión abierta ahora tiene menos audiencia, el precio por cada frecuencia debe ser menor. Por eso emplearon como parámetro el costo de estaciones locales y aisladas y no el precio que ha tenido en el mercado una cadena nacional. El IFT mimetizó sus criterios con el interés de las empresas y desdeñó el valor real de un segmento del patrimonio nacional —eso es el espectro radioeléctrico— perjudicando así a la competencia y la diversidad en la televisión.

Además el IFT soslaya la función social de la radiodifusión. En esas prórrogas no se tomó en cuenta el frecuente incumplimiento de las televisoras con sus obligaciones en materia de programación. Los comisionados decidieron olvidar disposiciones de la Ley Federal como las que establecen que en la programación para niños es preciso “evitar contenidos que estimulen o hagan apología de la violencia”. El propio IFT ha publicado sólidos estudios acerca del páramo que es la televisión comercial para niños. Sin embargo no  evaluó el cumplimiento de tales responsabilidades en el reciente refrendo de concesiones.

El IFT, en cambio, se negó a darle a Televisa concesiones únicas, que es la figura legal que permite utilizar una frecuencia para todos los usos que sean técnicamente posibles. De haber recibido concesiones únicas dicho consorcio podría haber empleado los canales para, además de televisión, transmitir servicios de internet y telefonía. Como Televisa es “agente económico preponderante” en el mercado de la televisión, sus concesiones sólo fueron refrendadas para transmitir señales de televisión. Dos comisionados, Cuevas Teja y María Elena Estavillo, consideraron que Televisa debería recibir la concesión única. TV Azteca, que no es “agente preponderante”, tiene concesión única desde enero pasado.

Los refrendos perjudican la diversidad de opciones televisivas en nueve pequeñas poblaciones en donde sólo se reciben señales de Televisa y otras siete en las que únicamente hay frecuencias de Azteca. La consejera Estavillo sugirió, sin éxito, que para remediar la ausencia de pluralidad en esas plazas la televisora que acapara las frecuencias tuviera obligación de difundir señales de otras empresas.

El IFT no explicó por qué, a su juicio, Televisa y Azteca merecen una prórroga por 20 años, que es el plazo más amplio que contempla la ley. A diferencia de la autoridad reguladora, los televidentes castigan a esas empresas y por eso los ratings son cada vez más reducidos.