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José Woldenberg

Sociólogo

Nacido en Monterrey, Nuevo León. Licenciado en Sociología y maestro en Estudios Latinoamericanos por la Universidad Nacional Autónoma de México. Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales desde 1974. Presidente del Instituto de Estudios para la Transición Democrática de 1989 a 1994. Miembro del Consejo Editorial de la revista Nexos desde 1989. Consejero Ciudadano del Consejo General del IFE de 1994 a 1996. Fue designado por la Cámara de Diputados Consejero Presidente del Consejo General del mismo Instituto, cargo que desempeñó del 31 de octubre de 1996 al 31 de octubre de 2003. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores. Ha sido colaborador de los periódicos Unomásuno, El Porvenir (Monterrey), La Jornada, La opinión (Los Ángeles, Ca.), El Diario de Yucatán; los semanarios Punto y Etcétera y la revista Nexos. Actualmente es Director de la revista Nexos, así como colaborador semanal del periódico Reforma.

Autor, entre otros libros:

Estado y lucha política en el México actual, en colaboración con Mario Huacuja R, Ed. El Caballito. 1976.

Antecedentes del sindicalismo SEP 1980. FCE 1981.

Sindicalismo y política en México, en colaboración con René Millán y Raúl Trejo D. Centro de Estudios Políticos, FCPS, UNAM 198

Historia Documental del SPAUNAM, Ediciones de Cultura Popular-UNAM. 1989.

Las ausencias presentes. Ed. Cal y Arena. 1992.

Sistemas políticos, partidos y elecciones, en colaboración con Alberto Begné y Pedro Aguirre, Trazos – Instituto de Estudios para la Transición Democrática, A.C. 1993.

Así se vota en la República, en colaboración con Ricardo Becerra, Jesús Galindo y Manuel Palma, Instituto de Estudios para la Transición Democrática, A.C. 1996.

a reforma electoral de 1996. Una descripción general, en colaboración con Ricardo Becerra y Pedro Salazar, FCE. México 1997.

Memoria de la Izquierda. Ed. Cal y arena. México 1998.

La mecánica del cambio político en México, en colaboración con Ricardo Becerra y Pedro Salazar, Ed. Cal y Arena. 2000

La construcción de la democracia, Ed. Plaza y Janés, México 2003.

Después de la transición. Gobernabilidad, espacio público y derechos. Ed. Cal y Arena. 2006.

Los partidos políticos y las elecciones de los Estados Unidos Mexicanos. Colección Para Entender. Nostra Ediciones. México. 2006.

El cambio democrático y la educación cívica en México. Editorial Cal y Arena. México 2007.

Recibió el Premio Nacional de Periodismo 2004 en la categoría de reportaje/periodismo de investigación, así como el Premio Ondas Iberoamericano de Radio y Televisión 2004 por la conducción y elaboración del contenido de la serie México: La Historia de su Democracia.

Exclusiva con el Dr. Jose Woldenberg

José Woldenberg en exclusiva para Trespuntocero.net

 

 

José Woldenberg

La Orden de Isabel la Católica y Encomienda de la Orden del Mérito Civil

25/03/09

Palabras de Carmelo Angulo, Embajador de España en México, en el acto de entrega de condecoraciones a Javier Garciadiego, Enrique Krauze, Mario Molina, José Woldenberg y Lino de Prado.

Querida Subsecretaria Lourdes Aranda, estimados condecorados, autoridades, amigas y amigos.

Agradezco enormemente la presencia de todos ustedes en este acto de hoy. Y antes de dar comienzo al mismo permítanme transmitirles mi pesar por la muerte de Eulalio Ferrer, prohombre del exilio español y del mundo de la comunicación, publicista en el sentido más amplio de la palabra, creador del espléndido Museo Cervantino de Guanajuato. Les pido como homenaje unos momentos de silencio.

Gracias.

Es para mí un extraordinario placer condecorar en nombre de Su Majestad el Rey Juan Carlos I, y en nombre del gobierno de España, a estas cinco personalidades del mundo de la ciencia, la cultura y la empresa, a las que hay que añadir a Carlos Fuentes, quien ayer fue condecorado por el Presidente del Gobierno en Madrid. Y recordarles que estas condecoraciones, en el caso de las Grandes Cruces, son producto del viaje de Estado que el Presidente Calderón realizó a España en 2008 y cuentan con el mayor beneplácito de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México y el Ministro de Asuntos Exteriores de España. Mientras que en el caso de Lino de Prado se trata de una propuesta de esta Embajada por tantos años de trabajo y esfuerzo a favor de las relaciones económicas hispano-mexicanas. Quiero recordar que ambas órdenes, la de Isabel la Católica y la del Mérito Civil, tienen por objeto premiar aquellos comportamientos extraordinarios de carácter civil, realizados por personas españolas y extranjeras, que redunden en beneficio de la Nación o que contribuyan, de modo relevante, a favorecer las relaciones de amistad y cooperación de la Nación Española con el resto de la Comunidad Internacional.

“Todo lo sabemos entre todos”, solía decir Alfonso Reyes. Química, historia, literatura, sociología, economía, ciencias políticas. En éstas y muchas otras disciplinas del conocimiento, los hoy reconocidos han desarrollado trayectorias de singular mérito, con una proyección universal fuera de toda duda y reconocidas con distinciones y premios de todo tipo, dentro y fuera de México.

¿Cuál, por tanto, el sentido de reunirles hoy en este acto? Uno, por encima de todos. Reconocer la aportación de cada uno de los hoy condecorados, Javier Garciadiego, Enrique Krauze, Mario Molina, José Woldenberg y Lino de Prado, a la actualización de los históricos vínculos que unen a México y España. La trayectoria de cada uno de ellos coloca a México como indiscutible foco de irradiación de cultura y conocimiento hacia Iberoamérica y hacia el mundo. Y, al tiempo, los convierte en modernos pontifex, literalmente hacedores de puentes, entre México y España. Porto do ello, en nombre de Su Majestad el Rey Juan Carlos I, y en nombre del gobierno de España, muchas gracias. Una línea común de pensamiento atraviesa la trayectoria personal e intelectual de los cinco premiados hoy. En sus vidas y sus obras cabe identificar una común preocupación acerca del ser de México.

Una preocupación que Octavio Paz habría de colocar en posición central del pensamiento mexicano contemporáneo, como en España lo hicieran, en las primeras décadas del pasado siglo, los noventayochistas. Y que, lejos de encastillarse en estériles filosofías de tocador, conduce a la acción. Javier, Enrique, Mario, José y Lino son, permítanme la expresión, hombres de acción. Hombres que trabajan para cambiar la realidad: la de México y, a través de ésta,. Hombres que podrían suscribir los versos que José Emilio Pacheco dedica a México en Alta traición: versos que expresan una muy mexicana (y también muy española) forma de entender la crítica constructiva a la patria como la más alta expresión del amor por ella.

Ellos, los cinco, simbolizan un México con el que todos los iberoamericanos, los de esta ribera del Atlántico, pero también, nos identificamos profundamente: críticamente respetuoso de sus múltiples herencias, intelectual y socialmente abierto a influencias de toda índole y procedencia. Ellos representan la irreductible voluntad de México de abrirse al mundo, de enriquecerse en el camino de ida y vuelta por el que hoy transitan necesariamente la cultura, la ciencia y la economía. Camino en el que España, como México, se enorgullecen de ser estación de origen, destino y tránsito. Permítanme, siquiera sea brevemente, resumirles algunos, sólo algunos, delos muchos hechos, ideas y méritos que pueblan las biografías de nuestros cinco condecorados de hoy Javier Garciadiego es Licenciado en Ciencia Política por la UNAM, doctor en Historia de México por el Colegio de México y en Historia de América Latina por la Universidad de Chicago. Es actualmente uno de los más reputados historiadores mexicanos, siendo sus principales temas de investigación la Historia de la Revolución mexicana y el México posrevolucionario, en sus aspectos político y cultural. En estos y otros temas ha publicado un buen número de monografías (Pueblo en armas. La Revolución mexicana, 1910-1917; Rudos contra científicos.

La Universidad Nacional durante la Revolución mexicana; Porfiristas eminentes; Introducción histórica a la Revolución mexicana; Cultura y política en el México posrevolucionario) e incontables artículos en publicaciones especializadas. Profesionalmente, tu trayectoria ha estado estrechamente ligada al Colegio de México y, de manera particular, al Centro de Estudios Históricos, al que ingresó como profesor-investigador de tiempo completo, en 1993, y que dirigió entre 1995 y 2001. Posteriormente, fue nombrado Director general del Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana (INEHRM), dependiente de la Secretaría de Gobernación, cargo que ocupó entre 2001 y 2005.Desde el 20 de septiembre de 2005, es Presidente del Colegio de México. Entre los premios y distinciones recibidos, citaré sólo algunos: el Premio Salvador Azuela 1994 del Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana o el Premio “Biografías para leerse”, del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, con la biografía de Manuel Gómez Morin, 1997.Javier, en ti reconocemos la invaluable aportación del Colegio de México, al pensamiento político y social de este país. Permíteme que te felicite por tu excelente trabajo al frente del mismo. Enrique Krauze, nació en la ciudad de México el 16 de septiembre de1947. Ingeniero industrial por la UNAM y doctor en historia por elColegio de México, ha desarrollado una amplia carrera académica, en México, Reino Unido y Estados Unidos, entre otros países. Por más de veinte años colaboró con Octavio Paz en la revista más influyente en lengua española del siglo XX: Vuelta, de la que fue secretario de redacció y subdirector. En 1999, fundó Letras Libres, digna heredera del espíritu crítico de Vuelta, que dirige hasta hoy. Enrique Krauze ha desarrollado una prolífica carrera como escritor y periodista. Entre su producción histórica y ensayística destacan dos temas de interés: la historia del México independiente (retratada a través de las biografías de los próceres en su extraordinaria serie Biografía del poder), y la transición de México a la democracia (objeto de Tarea política. La construcción de la democracia). Recientemente, ha incursionado con valentía en la biografía de líderes latinoamericanos actualmente en el poder, diseñando una radiografía de las nuevas tendencias políticas de la región.

Es miembro de número de la Academia Mexicana de la Historia desde1990. Ingresó en El Colegio Nacional en 2005. Entre las múltiples distinciones recibidas citaremos sólo la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X El Sabio, concedida por el Gobierno de España en 2003.Enrique, déjame reconocer que gracias a tus retratos de los Presidentes de México (Biografías del poder) siento conocer la trascendencia de la institución presidencial en este país .Mario Molina nació el 19 de marzo de 1943 en la ciudad de México. Es ingeniero químico por la UNAM y, posteriormente, obtuvo un postgrado en cinética de la polimerización (1967) en la Universidad de Friburgo, Alemania, y el doctorado en químico física (1972) por la Universidad de California, en Berkeley, EUA.

Su larga y fecunda carrera académica incluye estancias en la propia UNAM, en la Universidad de California en Irvine o en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), en el cual se desempeña como profesor titular desde 1997.

Sus principales líneas de investigación son la química atmosférica, la químico física y la contaminación atmosférica urbana, regional y global.

Su obra científica ha sido publicada en revistas especializadas del más alto nivel. La tesis presentada en 1974 por él y S. Rowland en el sentido de que el cloro contenido en los compuestos CFC (cloro fluoro carbonos) se libera en la estratosfera provocando la destrucción de la capa de ozono a alturas superiores a los 30 km, les llevó a ganar –junto con el holandés Paul Crutzen– el Premio Nobel de Química en 1995.

Además del Nobel, ha obtenido numerosos reconocimientos y premios a su labor, entre otros el Max Planck Research Award;, el United Nations Environment Programme Ozone Award, la Willard Gibbs Medal Award y el UNEP Sasakawa Prize. Es miembro de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos, de la Academia Mexicana de Ingeniería, de la Academia Europea de Artes, Ciencias y Humanidades, del Colegio Nacional. Es doctor Honoris Causa por varias universidades de América y Europa. Mario, me atrevería a decirte que sin tu espíritu pionero, sin tu trabajo de tantos años, la agenda del cambio climático no habría alcanzado la dimensión universal que hoy se le reconoce.

José Woldenberg nació en Monterrey, el 8 de septiembre de 1952.Licenciado en Sociología y Maestro en Estudios Latinoamericanos y Doctor en Ciencias Políticas, todo ello por la UNAM. José Woldenberg ha contribuido como pocos a la transición de México a la democracia, y ello desde distintas responsabilidades. Primero como líder sindical estudiantil, participando en la fundación del Sindicato de Trabajadores de la UNAM. Más tarde, en la arena política, como militante y dirigente de los partidos Socialista Unificado de México (1981-1987), Mexicano Socialista (1987-1989) y de la Revolución Democrática (1989-1991).

Después, y de manera decisiva, desempeñó un papel decisivo en el proceso mismo de la transición a la democracia. Fue Presidente del Instituto de Estudios de la Transición Democrática. A partir de 1994 se convirtió en uno de los primeros Consejeros Ciudadanos del IFE, y en 1996, en Presidente del mismo, cargo desde el que asumió la trascendental responsabilidad de pilotar el proceso electoral de transición de 2000.Tras abandonar la Presidencia del IFE, José Woldenberg ha seguido contribuyendo al debate público, tan esencial para el buen funcionamiento de un sistema democrático, desde la dirección de la Revista Nexos. En 2004, recibió el Premio Nacional de Periodismo junto a Ricardo Becerra y Leopoldo Gómez, en la categoría de Reportaje y Periodismo de Investigación por su trabajo en la serie de once programas «México: la historia de su democracia» José, el IFE es hoy, y puedes sentirte orgulloso de ello, una referencia indiscutible en el desarrollo democrático de América Latina, y se ha convertido en un modelo que ha creado escuela en la región. Entre los puntos en común que los cuatro condecorados comparten se encuentra el hecho de que todos ellos han pasado por las aulas de la UNAM. En esas aulas se formaron intelectual y personalmente. Egresados como ellos cuatro llevan por el mundo el prestigio de esa casa de estudios. A la que, permítanme que les recuerde, este año apoyamos como candidata al Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades. Directamente relacionado con este grupo de intelectuales y científicos, queremos también hoy reconocer la aportación a nuestras relaciones de os hombres de empresa.

Empresas que generan empleo, que crean valor añadido que son, cada vez más, socialmente responsables. Así, desde otra trinchera, pero con el mismo espíritu hispano-mexicano llegó a México desde su natal Galicia hace ya algunos años Lino de Prado. Lino de Prado nació en Orense en 1944 y, desde 1992, es Presidente delConsejo de Administración de Zara México. La ya larga carrera empresarial de Lino de Prado se ha caracterizado siempre por su destacada labor de promoción tanto de la empresa que dirige como de la presencia delas empresas españolas en México. Inditex suma actualmente más de 2.000tiendas en 52 países e inició su actividad en México en el año 1992, con la apertura de la primera tienda Zara en la Ciudad de México. Desde entonces la presencia del grupo ha crecido hasta alcanzar en la actualidad un total de103 tiendas de las cadenas Zara (34) Bershka (26), Massimo Dutii (17) Pull & Bear (13) Oysho (12) y Zara Home (1). México es, trás España y Portugal, el país en el que el grupo cuenta con un mayor número de tiendas. Lino, me llena de orgullo y de emoción reconocer tu aportación a que una empresa nacida de la sencillez de Galicia y que hoy se ha convertido en modelo de estudio en las escuelas de negocio y referente de moda para gentes de los cinco continente se haya consolidado en México.

Quiero que sepan que para mí, como Embajador de España en México, imponerles estas 4 Grandes Cruces de la Orden de Isabel la Católica y esta Encomienda de la Orden del Mérito Civil supone un verdadero honor que, al tiempo, me llena de emoción. Cuando condecoramos a alguien como ustedes expandimos nuestros límites, nos hacemos universales y contribuimos a crear una comunidad basada en el talento, en la creatividad, en el conocimiento. Aprovechamos ocasiones como ésta para, en cierta medida, apropiarnos de una parte de su sabiduría y capacidades humanas y profesionales al tiempo que agradecemos su aportación a la relación entre España y México. Los que hoy vivimos son tiempos difíciles para todos. Tiempos de dudas, incertidumbres y desazón. Tiempos en que todos nos preguntamos si la profunda crisis económica que enfrentamos es o no símbolo de un cambio de paradigma, de una alternancia de valores. Tiempos que pueden invitar alas políticas proteccionistas, al ensimismamiento de los pueblos, a una cerrazón empobrecedora. Frente a tales horizontes, los ejemplos de quien es hoy condecoraremos nos muestran que el mundo de hoy o es abierto o no será. Los cinco condecorados de hoy han contribuido, cada uno desde su campo de actuación, pero todos de manera decisiva, a transformar México.

Reconoce España a cuatro mexicanos

 

 

Malas noticias: todos pierden

José Woldeberg
Reforma. 21/07/2011

Un tipo entra a las dos de la tarde a una cantina casi vacía. Apenas están haciendo la limpieza, pero hay servicio. Se acerca a la barra y pide solamente un vaso de agua, y aunque el cantinero lo ve con recelo, se lo da. En el extremo se encuentra otro cliente que a pesar de la hora va en su sexto trago. Se saludan. Entra el dueño y le pregunta al barman de manera socarrona, cómo van las ventas, y éste le contesta: – hasta el momento bien, un promedio de tres tragos por cabeza.

El cantinero no ha mentido. Seis tragos entre dos, dan tres. El promedio es correcto. Lo malo sería que a partir de esa información el empresario o el mesero o los comensales, empezaran a sacar conclusiones. Lo más probable es que con tres tragos nadie esté del todo sobrio pero tampoco es posible que alguien esté demasiado borracho. Mientras que la observación arroja que hay un tipo absolutamente sobrio (lo cual no es un mérito) y otro medianamente borracho (lo que por cierto tampoco es una falta).

El INEGI nos informa que el ingreso promedio mensual por hogar es de 11,645 pesos. Y a esa cifra bien se le puede aplicar el viejo y mal chiste anterior. Porque ¿para cuántos hogares mexicanos esa es una cifra inalcanzable, anhelada, utópica; y para cuántos otros resulta mínima, irrisoria, despreciable? Me recuerda aquella vieja caricatura de Quino en la cual espectadores de diferentes niveles sociales ven a Charles Chaplin, en La quimera del oro, comerse las agujetas de sus zapatos, y mientras los más ricos sueltan una estentórea carcajada, a los más pobres se les hace agua la boca.

Pero el INEGI no sólo informa eso. Mi fórmula de presentación es un abuso grosero, porque los resultados de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares, resultan imprescindibles para medir el pulso de la evolución de nuestra economía ligada a la cuestión social. Y resulta ineludible para repensar la política económica y su impacto.

De 2008 a 2010 el ingreso promedio por familia descendió 12.3 por ciento y si a ello le sumamos la caída entre el 2006 y el 2008 que fue de 1.6, tenemos que en cuatro años la pérdida promedio alcanzó el 13.7. Mala noticia sin duda, pero a la que vale la pena acercarse con más precisión. El INEGI divide los 29 millones de hogares en deciles y mientras el 10 por ciento más pobre recibe como ingreso familiar mensual un promedio de 2 mil 54 pesos, el 10 por ciento más rico alcanza en promedio 39 mil 476. (Valdría la pena aplicarle al decil de los más ricos un tratamiento similar al de todos los hogares, es decir, dividirlo en diez categorías, porque de seguro encontraríamos en él una enorme polarización).

El INEGI informa que la merma en los ingresos no fue pareja y que los más altos fueron los que proporcionalmente más perdieron. Mientras los más pobres, los deciles del I al V, perdieron entre el 7.6 y 6.7 por ciento de su ingreso; los medios, los deciles del VI al VIII, lo redujeron entre 8 y 9.9 por ciento; y los más ricos, deciles IX y X, bajaron 11.5 y 17.8 por ciento respectivamente. En una palabra, malas noticias para todos. Como en el tradicional juego de la pirinola, aparece la peor cara posible: todos pierden. Aunque es de suponer que en los hogares que tienen ingresos más precarios, cada punto porcentual menos, significa un estrechamiento mayor de sus condiciones de vida.

En consonancia, el gasto de los hogares en los últimos dos años medidos decreció en 3.8 por ciento en promedio. Pero mientras los más pobres dedican el 49.9 por ciento de su gasto a la compra de alimentos, bebidas y tabaco, los más ricos sólo destinan a esos rubros el 22.9 por ciento. Y en contraposición, mientras los más pobres sólo dedican a la educación y al ocio el 5.4 por ciento de sus ingresos, los más ricos le destinan el 19.5.

Los datos del INEGI apuntan a dos conclusiones: una general y más que conocida y otra coyuntural. La primera es que seguimos siendo una sociedad cuyo rasgo fundamental es el de una oceánica desigualdad, aunque en estos dos últimos años los que más perdieron fueron “los de arriba” (muchas familias viven con menos de 68 pesos de ingreso diario, mientras de otras ni siquiera podemos acercarnos a conocer su ingreso). La segunda es que no sólo persiste la desigualdad, sino que en los últimos años casi todos hemos perdido.

Las explicaciones empezarán a multiplicarse y qué bueno que así sea: la fuerte caída de la economía mexicana de 2009, el impacto de la crisis financiera que, iniciada en los Estados Unidos, se expandió a todo el mundo, causando una recesión de alcances planetarios, el incremento en el precio de los alimentos y hasta la secuela de la epidemia de AH1N1, mucho pueden explicar de la triste caía en los ingresos de los hogares mexicanos. Pero las explicaciones, lo sabemos, no consuelan, son apenas el primer escalón para eventualmente empezar a construir una razonable esperanza. Se requiere, por lo menos, una nueva reflexión sobre lo que en materia de política económica se está haciendo en el país.

Malas noticias. Los ingresos de las familias mexicanos cayeron de 2008 a 2010 en todos los deciles.